El tercer artículo de la serie Práctica vs. Teoría, hace referencia a la prevención de lesiones.
En teoría, todas las lesiones podrían prevenirse. Pero en realidad, así como nos dice el artículo original, sabemos que esta respuesta no es suficiente, especialmente fuera del trabajo o mientras conducimos.
Definitivamente, llegar al objetivo cero es muy difícil, pero no imposible. El verdadero reto está en tener el “cero” sostenible en el tiempo. Todo depende del nivel de madurez de la cultura organizacional y del compromiso visible de la alta dirección.
Si la cultura de la empresa es altamente reactiva, definitivamente no se podrá establecer el objetivo cero como algo realista o alcanzable. Si la cultura es dependiente, se tendrán que invertir muchos esfuerzos para lograr insertar el poderoso mensaje de que la seguridad es responsabilidad de todos los niveles de la organización, incluyendo, obviamente, al liderazgo. Y sin este liderazgo nunca podremos superar este nivel. Si la cultura es independiente, se requiere trabajar mucho más en equipo para estimular conductas seguras y disminuir las tasas registrables. Solo las culturas interdependientes podrán llegar al objetivo cero, con ayuda del sistema de gestión y de los comportamientos seguros.
Entonces, aquellas empresas que ya hayan avanzado en la evolución de su cultura de EHS, tendrán la seguridad, la higiene, la salud y el medio ambiente, como valores explícitos de la organización. Tener un objetivo tan ambicioso, ayuda a mantener en la mente de los colaboradores, que no importan las prioridades de la empresa, estas siempre serán realizadas teniendo en cuenta los valores organizacionales, siguiendo los estándares y procedimientos.
Para llegar a este punto el papel del liderazgo es esencial. Pero no se nos puede olvidar que sus decisiones estratégicas, también pueden determinar conductas arriesgadas o conductas inseguras, influyendo en los indicadores proactivos y reactivos. Por ejemplo, si se hace un recorte de personal para disminuir costes operacionales, pero se decide que la producción debe aumentar, aun teniendo menos recursos, aparecerán factores humanos tales como la prisa, la frustración, la fatiga y el exceso de confianza en el sistema de gestión.
Por lo anterior, llegar al objetivo cero o mantenerlo en el tiempo, depende mucho de las decisiones de la alta dirección. Siendo ellos los estrategas del negocio, no se les puede olvidar dentro de la estrategia, los valores de EHS, que se verán influidos por su decisión corporativa.