Para responder a esta pregunta, Larry Wilson, autor de SafeStart y moderador de SafeConnection, invitó a expertos internacionales para hablar de lesiones registrables y para descubrir qué hicieron ellos para resolver el problema. Según él, lo que no falta en las empresas son LGF para que nos sirvan de aprendizaje.
David Bianco, gerente del Programa Global SafeStart en Epiroc, informó de problemas similares. En su lugar de trabajo, las lesiones registrables se han reducido de 35 a 8 por año, pero aún no ha podido reducir las LGF. “Es como el fútbol: avanzar en el campo no es tan difícil, pero los últimos 10 metros suelen ser los más difíciles”, comparó. Pero ¿por qué este patrón es tan frecuente? Waddah Ghanem, director sénior del GCC Board Directors Institute en Oriente Medio, se basa en algo llamado Efecto Hawthorne, que ocurre cuando las personas se comportan de manera diferente porque saben que están siendo observadas. Cuando la gerencia de su empresa comenzó a centrarse en los accidentes con tiempo perdido (Lost Time Incidents – LTI) y los KPI de seguridad ocupacional, se dieron cuenta de que muchas personas se torcían el pie al bajar las escaleras. Esto era negativo para sus datos, lo que perjudicó el sistema de gestión de seguridad que se centraba apenas en la seguridad personal. “Dado que el enfoque estaba en los LTI y eso estaba relacionado con el rendimiento, entonces, las personas harán todo lo posible para que no cuente como un LTI”, comentó.
Para Larry Wilson, cuando una empresa se enfoca más en una métrica, ya sean LTI o lesiones registrables, esa métrica se vuelve omnipotente. “Los números comienzan a disminuir, pero nadie se está enfocando en las muertes”, dijo.
Salman Abdulla, vicepresidente ejecutivo de Emirates Global Aluminium, comparte la misma opinión. “Si se observa la mayoría de los informes de investigación de los incidentes, lesiones y LTI, ¿cuántos dirán que la causa raíz fueron los factores organizacionales? Seguimos culpando a las personas en lugar de tratar de arreglar el sistema”, dijo. “Si somos tímidos con las causas reales, incluidas las decisiones del liderazgo, no vamos a gestionar las muertes ni evitaremos lesiones graves”.
…seguimos culpando a las personas en lugar de tratar de arreglar el sistema.
Afortunadamente, muchos de los expertos tomaron medidas intencionales y deliberadas para reducir la tasa de LGF en sus lugares de trabajo. Para conocer un poco más sobre ellos, Larry Wilson planteó la pregunta: ¿Volvieron a revisar los “sospechosos habituales” – como ingresar a espacios confinados, trabajar en alturas, por ejemplo – o fueron a buscar un nuevo lugar o una nueva explicación?
Hubo consenso entre los expertos en que el compromiso del liderazgo y la alta gerencia es fundamental para derrocar a las LGF. Peter Batrowny, consultor principal de Shirley Parsons en América del Norte, explicó que la empresa se centró en los casi accidentes que tenían el potencial de ser fatales.
Para ello, analizó los procesos desde el punto de vista organizacional, los informes de casi accidentes y las investigaciones de accidentes para saber si realmente estaban recibiendo las causas reales y latentes. Abdulla Marzooqi, un experto regional independiente en HSE, dijo que mientras trabajaba como director ejecutivo de HSE en ADNOC Group, la alta gerencia revisó la misión de seguridad de la empresa y reforzó algunos de sus procesos, con excelentes resultados.
Hay que mirar al individuo, en qué estado se encuentra, en qué está pensando. Hay que pensar en ese nivel para disminuir completamente las LGF.
También es importante mirar las cosas desde un punto de vista personal. “Nadie está intentando morir de forma accidental. Entonces, o la persona no tenía el reflejo, el reflejo no era lo suficientemente rápido o era irrelevante. Ella estaba en un lugar muy alto cuando se cayó, por ejemplo”, dijo Larry Wilson. “Como profesionales de seguridad, nos hemos centrado principalmente en los momentos en que los reflejos eran irrelevantes, pero no hemos hecho nada para ayudar a las personas a obtener el beneficio de ellos, por ejemplo, mejorar los hábitos con los ojos en la tarea”.
Para disminuir las LGF, primero se debe mirar a los “sospechosos habituales” y revisar los procesos y objetivos de la organización, asegurándose de que todos estén donde deben estar. Sin embargo, según Alex Carnevale, presidente de Dynacast, eso probablemente no sea suficiente. “Es un buen lugar para comenzar, pero será necesario profundizar un poco más, mirar al colaborador en su individualidad y asegurarse de que tenga la competencia necesaria para el trabajo que está haciendo, incluyendo las habilidades y hábitos que lo ayudarán a evitar que cometa errores críticos cuando tenga exceso de confianza con el riesgo”. Solo así la tasa de LGF podrá disminuir de la misma forma que las lesiones registrables.